viernes, 13 de abril de 2007

Tribal

El único sonido aquí, es el latido originario. El compás secreto de la hormiga y el gérmen. De la sangre golpeando la conciencia hasta el aullido de fiera que no pretende ser domesticada. El tiempo, es aquí la ilusión de lo que fuimos o seremos. Pero mientras tanto, es la eternidad dormida sobre el pecho. La tela de la araña que no vemos. La única verdad, el fuego. El de afuera, reflejo del de adentro que me consume, me incendia, me atropella... Ingobernable. Inagotable. A veces llamarada soberbia y puro incendio. A veces de bracita que en soledad resiste la humedad y el viento. Pero siempre dandole luz y calor de abrazo a mis tormentos..

2 comentarios:

Simink® dijo...

es todo lapiceras de colores no?! quedo muy bueno!!! creo ((no estoy seguro)) que lo habia visto pululando por ahi... saludos!!!

griselda dijo...

Linda palabrita ´pululando´!!! y sí!!! es todo de lapiceras, éste es el compañero de agenda que te decía de fénix.
Chauchiñas!