Eres tu máximo dolor y no puedes evitarlo.
Te destrozas. Te mutilas. Te comes una a una tus entrañas viscosas. Destripas cada uno de tus dulces sueños de niño. Tus futuros felices de sol y de uvas. Te ahogas como una plaga o una hierba venenosa. Te construyes un cerco blindado para que nadie pueda encontrarte, ni verte morir, ni tratar de salvarte. Sobre todo, un gran cerco que te separa de ti mismo.
Solo.
En la noche eterna, tu peor pesadilla en tiempo real, con tu mismo rostro unido al grito de espanto, al mismo tiempo torturador y torturado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
OSTIA!!! creo que mucho ver las cosas que hago te afecta... em, lo veo como muy violento, oscuro, tetrico, mucha textura, sangre, lagrimas...
realmente me gusta mucho! demasiado! la forma en la cual el pensamiento sale y se transforma en una mano, sosteniendo el cuchillo que espera mutilar cada parte de nosotros mismos... como dice el texto... a veces nosotros mismos somos nuestros propios asesinos, verdugos, y somos a su vez victimas de nuestras locura, incoherencia, temores que nos invaden, nos carcomen, volviendons nada mas y nada menos que en un trozo de carne mutilada…
me sorprendiste mucho con este, tambien lo habia visto en etapa de boceto… y en ese momento me habia llamado la atención por lo extraño que parecia el dibujo con respecto a tus otros trabajos… saludos!
Publicar un comentario