viernes, 21 de septiembre de 2007

Las prisiones del alma

Es la última lágrima que duele. Es el último golpe que con el aire, el aire me golpea. Nunca más la que fui. Nunca más herida por lo que no seré. De hoy en adelante, el pasto por pisar y por oler. De hoy en adelante el grito que aturda éste destino desencontrado y bobo. Que las cárceles teman por sus barrotes. O que mueran de pié, tiesos y firmes. La materia de la que estoy hecha es tan sutil que viaja en el aire como el polen. Tan fecunda como el viento que moldea la roca a su medida. Tan persistente, como el sonido de las olas en los espirales de marfil de un caracol sediento de agua. Para vos éste perfume imposible de sujetar. Para vos ésta sombra que se derrama para alcanzar su libertad.-

lunes, 10 de septiembre de 2007

Perdiendo el brillo

Me cuesta creer que ésto sea la vida. Y siento a veces que si la decepción matara, ya sería un cráneo hueco bajo el pasto. No puede ser que sea ir al super, pagar el gas, esperar el micro, sacar la basura, lavar los platos, tender la ropa. Me enojo porque esperaba otra cosa, algo distinto... No digo que no tenga su encanto revolver la sopa durante tres minutos. Jamás diría eso yo, que veo belleza hasta en los postes del teléfono. Pero tiene que ser algo más la vida... No puede ser tan insignificante y pequeña, tan intrascendente y ligera. Extraño el abismo al borde de la cama. El vértigo de éste lado de mi puerta. Extraño el vacío en el estómago de cuando me enseñaste a volar. El dejarme caer en otras realidades, en nuevos laberintos; hasta inventar el próximo giro. Ya no hay espacio en mi vida para el cielo. Y cuando cierro los ojos, no me veo.

sábado, 1 de septiembre de 2007